Desde la Dirección de Investigaciones Históricas y Archivo Histórico Municipales, detallamos algunos de los festejos que estamos preparando, para un evento fundamental en la Historia de la República Argentina, es decir, Mayo de 1810.
Se preparan para el homenaje, desde las áreas del Museo y la Dirección de Cultura, concursos literarios, pictóricos, filosóficos, jornadas de historia, mención a ciudadanos que hayan luchado por la libertad y espectáculos de todo tipo.
Nos basamos en la importancia del homenaje profundo, hacia las fechas liminales de nuestra historia, por considerar el valor comunitario como fundacional de nuestra identidad. Nos preguntamos por la importancia de la revolución de independencia, por sus presupuestos básicos, sus logros y sus materias pendientes. Analizaremos las fuertes personalidades que fueron ejes en muchos casos, de decisiones más que importantes.
Nos interesará que investiguen y que posteriormente se debata, sobre si la Revolución de Mayo, cumplió sus objetivos, y si de no ser así, si se fueron cumpliendo en lo sucesivo, tanto en el período independentista, como en los sucesos posteriores.
Se trata de homenajear a quienes imaginaron una Argentina libre e independiente, a quienes luego de dejar la inorganicidad de la monarquía, se adentraron en los vericuetos de un nuevo poder, el del pueblo, a través de sus representantes.
La post invasión inglesa, merece también su análisis. Fue un período de transición intenso, donde no solo se generó la autoconfianza de la población al haber derrotado a una de las máximas potencias coloniales de entonces, sino que permitió a la población, desde el campo de batalla mismo, comenzar a disentir desde su propio tiempo, con las decisiones que se tomaban a nivel pre político.
El interjuego de las causas externas – la crisis de 1808 en España- con las internas, merecerán también un capítulo aparte. Acaso ese sería el sino de muchos países como el nuestro, que deben estar atentos a la cambiante “política internacional”, que no es nada más, que la política de los países mas fuertes.
Es decir, los denominados dilemas de la Revolución de Mayo, tales como su autonomía y a la vez fidelidad al rey deseado, las líneas opuestas internas, morenistas y saavedristas, la tendencia independentista, el tema de la soberanía, cuando la revolución política se convierte en guerra de independencia, la presencia de Artigas y sus bases populares de poder, la sucesión de gobiernos provisorios determinados por un Congreso, la síntesis en un independencia en 1816, que casi nos independiza de España nada más, de las teorías de una Sudamérica unida, gobernada por un Inca, por un portugués o un francés, la presencia del “pueblo” como actor diferente en los sucesos sociales y militares, como abordar esa soberanía popular, si por asamblea o por elecciones indirectas, la presencia de los caudillos populares, como democracia de “abajo hacia arriba”, la disolución del presunto poder central, justamente por ésta irrupción de las “nuevas masas”.
En suma, esperamos el bicentenario, con el espíritu abierto, de los que han pasado por varias etapas de la vida nacional. Porque, todas, sin excepción, llevaron la huella y la marca, de lo que en 1810 logramos y no logramos. Decímos abierto, porque no nos encasillaremos en los temas mencionados, no caeremos en los siempre tendenciosos ismos, porque la Revolución de Mayo fue una búsqueda de identidad, en un mundo geopolítico complejo y violento. No podemos ser traslaticios, y ponerle ideologías contemporáneas, ni marxismo, ni liberalismo, a un proceso de la realidad. No sería historia, sería hacer política de hoy. Es decir, no tendría validez el homenaje, ni el posible análisis histórico.
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