Felizmente, se ha instalado desde hace mucho, una polémica “histórica” en torno a la presunta fecha de fundación de Belén de Escobar. Era necesario como parte de la evolución cultural inherente a todos los pueblos de la provincia de Buenos Aires. Mi planteo quiere hacer reflexionar sobre el cómo, y el cuando se “escribe” la historia local. Que, desde ya, aquellos aportes provenientes de aficionados, han sido valiosos, en lo que hace a las crónicas expuestas , porque permitieron conservar y valorizar el paso del tiempo, sus protagonistas, sus dichos y obras. Pero al llegar al tema del origen, se abalanzó sobre ellos la ideología iluminista. En muchos cronistas no fue algo intencional. En realidad, todos, estuvimos o estamos expuestos a la misma colonización pedagógica desde muy temprana edad, el tema es darse cuenta y fundamentar esa posición o exponerla a la revisión y la crítica. Este “darse cuenta” permitiría –y es tarea de las ciencias sociales cuando se practican como ciencia,- repensar ciertos hitos de la vida social e institucional que nos han marcado como región. Es precisamente el objetivo del escrito que sigue. Pero es una apretada síntesis, de un elaboración mucho mayor y que ha sido presentado en el Honorable Concejo Deliberante para que sea tratado sobre tablas y se legitime la propuesta. En suma. Entender no solo que edad tenemos los escobarenses como actores históricos, sino porque surgimos. Que NO nos fundó el Directorio de una empresa ferroviaria inglesa, ni somos el producto de una operación comercial privada. Para tal cometido, lo hemos expuesto en Hipótesis, porque considero que así se fue planteando el desarrollo de nuestra zona. Al final, cada prueba se une y nos deja ver una planificación epocal que nos llega hasta nuestros dias. Lo interesante de las sucesivas y concéntricas visiones externas pasadas, es que nos permitirán hoy, crear una propia. Creo, que es una de las utilidades que también puede ofrecer la historia, cuando se cultiva científicamente.
HIPÓTESIS 1:
La errónea fecha del 4 de marzo de 1877, es producto de la política practicada en ese año, sustentada por la filosofía iluminista, que derivó en liberalismo y en la propuesta del “Progreso indefinido”
Ha sido el iluminismo como filosofía, qué a mundializado a la razón, como universal y extemporal. Es así, que todos los hombres en cualquier parte del mundo y época, pueden ser categorizados de la misma manera y desde el mismo lugar: Europa. La razón escrita con mayúscula, se volvió un valor inmutable e incontrastable. Aplicado a las sociedades no europeas, se convirtió en “progreso desde afuera” y la sentencia sarmientina de “civilización o barbarie”. Todo lo europeo, se convirtió en civilizador. Como el ferrocarril que pasó por Escobar, en 1877. Se le opone a ésta ideología, el historicismo, que toma al hombre como un ser completo, no fragmentado. Es un ser único y única es su vivencia en el lugar que le tocó nacer, vivir y morir. Y cuando se apropia la ideología, de la historia de un país, comienza la política del que se apropia.
HIPÓTESIS 2:
El establecimiento de los Padres Bhetlemitas –como discurso de la evangelización- en nuestra zona, sumó a la presencia humana antes de 1751, a consolidar una identidad cultural, conciencia geográfica, relaciones laborales y el nombre de Belén, para designar a las poblaciones resultantes.
La conquista española, practicó como geopolítica, la atlantización a través de sus enclaves cercanos al oceáno o a los ríos. La espontaneidad de los asentamientos y poblaciones en nuestra región, se ubicaron en barrancas y bañados, para realizar sus tareas laborales. Con la compra efectuada el 5 de noviembre de 1751 de la Hermandad Bhetlemita de objetivos hospitalarios y devota del niño Jesús de Belén, aglutinaron a los primeros pobladores, en su cultura, conciencia espacial, conflictos laborales y el nombre de Belén como identificación del lugar que habitaban. Y esto es un “pueblo” con su particular evolución social e histórica, que, si no desaparece en el continuo temporal, sigue siendo un pueblo por más que estructuras tecnológicas nuevas se inserten en su geografía.
HIPÓTESIS 3:
El paso del ferrocarril Buenos Aires-Campana o Tren de los Costa, fue trazado, por la Geopolítica británica de entonces para unir dos ríos: el Paraná y el Río de la Plata. Como polea hacia los mercados internacionales, quedando Escobar, de espaldas al río y encajonado en un territorio, sin puerto-ciudad, como lo tuvo, tiene y tendrá, Campana.
Debido al “espíritu” de la época la llamada “manía ferroviaria”, la especulación de tierras y la crisis post guerra del Paraguay, fueron el resultado de la necesidad de cultivos extensivos. Se suma a ésta causa interna, la geopolítica británica –como taller del mundo- de proveerse de materias primas. Por tal motivo, se apropiaron del esqueleto dejado por la visión española de la atlantización y a través del ferrocarril, trazaron una telaraña con los rieles, cuyo centro fue el Puerto de Buenos Aires. En nuestro caso, crearon el eje BsAs-Campana. Su trazado pasa por Escobar. El marketing epocal (1877)prometió progreso indefinido y vendió tierras. Pero quedamos sin un eje puerto-ferrocarril, que sí, adoptó Campana, como fusión de dos ideologías: iluminismo e historicismo, a su favor. Esa configuración espacial, le dio a Campana una base permanente para adaptarse a los cambios tecnológicos propios y externos.
CONCLUSIONES
Que ya existían –antes de 1877- habitantes en la zona de Escobar, de acuerdo a los censos de 1744 correspondientes al período colonial.
Que los mismos, practicaban actividades económicas, poseían una identidad cultural y una conciencia geográfica en la zona de las barrancas del Paraná, islas y bañados. Fueron considerados habitantes y vecinos por la geopolítica española.
Que al establecerse la práctica del oratorio perteneciente a la orden católica de los Bhetlemitas el 5 de noviembre de 1751, en ocasión de adquirir las tierras de las que hablamos, comenzó un proceso social de aglutinamiento y pertenencia social y cultural. Las mismas van desde las relaciones sociales y económicas mutuas, hasta conflictos. Este criterio de “orígen” de los pueblos de la campaña bonaerense, fue adoptado y reglamentado por la Academia de Historia de la Provincia de Buenos Aires, de acuerdo a la categorización del historiador Enrique Barba.
Que el ferrocarril británico de 1877 –BsAs-Campana o Tren de los Costa, fue concebido para esa vecina localidad. Su paso por Escobar, respondió a la geopolítica inglesa de: unir el Río de la Plata y el Paraná, y éstos con el Puerto de BsAs y desde ese eje, complementarse con el comercio internacional (atlantización).
Que ésta impronta, nos privó del eje Puerto-Río Paraná, para construirlo en Campana y nos encajonó de espaldas a esa vía navegable y en lo profundo del territorio. Su promoción comercial y remate privado en 1877, respondió a la política de entonces: apropiación de la historia, crecimiento desde afuera, especulación de compra-venta de tierras y manía ferroviaria.
Que no se registran en los Archivos de la Provincia de Buenos Aires –Gobernación Carlos Casares- ninguna: Fundación, creación, trazado o autorización, que haga referencia al “nuevo pueblo de Belén”, como reza el cartel de remate utilizado para la propuesta del 4 de marzo de 1877, como fundación de Belén de Escobar.
Que el acto del 4 de marzo de 1874, fue un acto comercial privado, producto de la especulación de tierras del momento y a la emergencia económica post guerra del Paraguay y, no respondió a interés civilizatorio alguno, ni a mandato oficil, decreto o ley, ni los actores históricos de esa compra-venta, eran funcionarios oficiales o los representaban, por las razones arriba expuestas.
EN CONSECUENCIA:
La errónea fecha del 4 de marzo de 1877, es producto de la política practicada en ese año, sustentada por la filosofía iluminista, que derivó en liberalismo y en la propuesta del “Progreso indefinido”
Ha sido el iluminismo como filosofía, qué a mundializado a la razón, como universal y extemporal. Es así, que todos los hombres en cualquier parte del mundo y época, pueden ser categorizados de la misma manera y desde el mismo lugar: Europa. La razón escrita con mayúscula, se volvió un valor inmutable e incontrastable. Aplicado a las sociedades no europeas, se convirtió en “progreso desde afuera” y la sentencia sarmientina de “civilización o barbarie”. Todo lo europeo, se convirtió en civilizador. Como el ferrocarril que pasó por Escobar, en 1877. Se le opone a ésta ideología, el historicismo, que toma al hombre como un ser completo, no fragmentado. Es un ser único y única es su vivencia en el lugar que le tocó nacer, vivir y morir. Y cuando se apropia la ideología, de la historia de un país, comienza la política del que se apropia.
HIPÓTESIS 2:
El establecimiento de los Padres Bhetlemitas –como discurso de la evangelización- en nuestra zona, sumó a la presencia humana antes de 1751, a consolidar una identidad cultural, conciencia geográfica, relaciones laborales y el nombre de Belén, para designar a las poblaciones resultantes.
La conquista española, practicó como geopolítica, la atlantización a través de sus enclaves cercanos al oceáno o a los ríos. La espontaneidad de los asentamientos y poblaciones en nuestra región, se ubicaron en barrancas y bañados, para realizar sus tareas laborales. Con la compra efectuada el 5 de noviembre de 1751 de la Hermandad Bhetlemita de objetivos hospitalarios y devota del niño Jesús de Belén, aglutinaron a los primeros pobladores, en su cultura, conciencia espacial, conflictos laborales y el nombre de Belén como identificación del lugar que habitaban. Y esto es un “pueblo” con su particular evolución social e histórica, que, si no desaparece en el continuo temporal, sigue siendo un pueblo por más que estructuras tecnológicas nuevas se inserten en su geografía.
HIPÓTESIS 3:
El paso del ferrocarril Buenos Aires-Campana o Tren de los Costa, fue trazado, por la Geopolítica británica de entonces para unir dos ríos: el Paraná y el Río de la Plata. Como polea hacia los mercados internacionales, quedando Escobar, de espaldas al río y encajonado en un territorio, sin puerto-ciudad, como lo tuvo, tiene y tendrá, Campana.
Debido al “espíritu” de la época la llamada “manía ferroviaria”, la especulación de tierras y la crisis post guerra del Paraguay, fueron el resultado de la necesidad de cultivos extensivos. Se suma a ésta causa interna, la geopolítica británica –como taller del mundo- de proveerse de materias primas. Por tal motivo, se apropiaron del esqueleto dejado por la visión española de la atlantización y a través del ferrocarril, trazaron una telaraña con los rieles, cuyo centro fue el Puerto de Buenos Aires. En nuestro caso, crearon el eje BsAs-Campana. Su trazado pasa por Escobar. El marketing epocal (1877)prometió progreso indefinido y vendió tierras. Pero quedamos sin un eje puerto-ferrocarril, que sí, adoptó Campana, como fusión de dos ideologías: iluminismo e historicismo, a su favor. Esa configuración espacial, le dio a Campana una base permanente para adaptarse a los cambios tecnológicos propios y externos.
CONCLUSIONES
Que ya existían –antes de 1877- habitantes en la zona de Escobar, de acuerdo a los censos de 1744 correspondientes al período colonial.
Que los mismos, practicaban actividades económicas, poseían una identidad cultural y una conciencia geográfica en la zona de las barrancas del Paraná, islas y bañados. Fueron considerados habitantes y vecinos por la geopolítica española.
Que al establecerse la práctica del oratorio perteneciente a la orden católica de los Bhetlemitas el 5 de noviembre de 1751, en ocasión de adquirir las tierras de las que hablamos, comenzó un proceso social de aglutinamiento y pertenencia social y cultural. Las mismas van desde las relaciones sociales y económicas mutuas, hasta conflictos. Este criterio de “orígen” de los pueblos de la campaña bonaerense, fue adoptado y reglamentado por la Academia de Historia de la Provincia de Buenos Aires, de acuerdo a la categorización del historiador Enrique Barba.
Que el ferrocarril británico de 1877 –BsAs-Campana o Tren de los Costa, fue concebido para esa vecina localidad. Su paso por Escobar, respondió a la geopolítica inglesa de: unir el Río de la Plata y el Paraná, y éstos con el Puerto de BsAs y desde ese eje, complementarse con el comercio internacional (atlantización).
Que ésta impronta, nos privó del eje Puerto-Río Paraná, para construirlo en Campana y nos encajonó de espaldas a esa vía navegable y en lo profundo del territorio. Su promoción comercial y remate privado en 1877, respondió a la política de entonces: apropiación de la historia, crecimiento desde afuera, especulación de compra-venta de tierras y manía ferroviaria.
Que no se registran en los Archivos de la Provincia de Buenos Aires –Gobernación Carlos Casares- ninguna: Fundación, creación, trazado o autorización, que haga referencia al “nuevo pueblo de Belén”, como reza el cartel de remate utilizado para la propuesta del 4 de marzo de 1877, como fundación de Belén de Escobar.
Que el acto del 4 de marzo de 1874, fue un acto comercial privado, producto de la especulación de tierras del momento y a la emergencia económica post guerra del Paraguay y, no respondió a interés civilizatorio alguno, ni a mandato oficil, decreto o ley, ni los actores históricos de esa compra-venta, eran funcionarios oficiales o los representaban, por las razones arriba expuestas.
EN CONSECUENCIA:
La verdadera fecha del surgimiento de Belén de Escobar, ha sido el 5 de noviembre de 1751, cuando los Padres Bhetlemitas se establecieron en nuestra región consolidando la identidad cultural, económica, social, geográfica, laboral y creando hasta uno de los nombres del antiguo pueblo de Belén, que, sin interrupciones, llega hasta el presente.